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LA TEMPLANZA
LOS FRUTOS GENETICOS DEL PADRE,
TEMPLANZA O DOMINIO PROPIO (εγκράτει egkrateia σωφρονισμός sofronismos, טולשל lishlôt לושית jishûl)
Templanza, Moderación, Ponderación, Regla, Medida, Circunspección, Comedimiento, Formalidad, Reserva, Compostura, Prudencia, Juicio, Sensatez, Mesura, Discreción, Madurez, Seso, Dominio, Mando, Señorío, Superioridad, Imperio, Autoridad, Poderío, Sobriedad, Sabiduría, Cordura, Discernimiento.

Hechos 24:24 Algunos días después, viniendo Félix con Drusila su mujer, que era judía, llamó a Pablo, y le oyó acerca de la fe en Jesucristo. 25 Pero al disertar Pablo acerca de la justicia, del dominio propio y del juicio venidero, Félix se espantó, y dijo: Ahora vete; pero cuando tenga oportunidad te llamaré.

Romanos 12:3 Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.

2ª Pedro 1:3 Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, 4 por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia (deseo desordenado); 5 vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; 6 al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; 7 a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. 8 Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. 9 Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados. 10 Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás. 11 Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el Reino Eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

2ª Timoteo 1:7 Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.

1ª Timoteo 3 1 Palabra fiel: Si alguno anhela obispado, buena obra desea. 2 Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar; 3 no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro; 4 que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad 5 (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?); 6 no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 7 También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo.

Tito 1:7 Porque es necesario que el obispo sea irreprensible, como administrador de Dios; no soberbio, no iracundo, no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, 8 sino hospedador, amante de lo bueno, sobrio, justo, santo, dueño de sí mismo, 9 retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen.

Tito 2:2 Que los ancianos sean sobrios, serios, prudentes, sanos en la fe, en el amor, en la paciencia.





La verdad más profunda de estos dos últimos frutos, es que, manifiestan parte de la majestuosidad personal del Padre, la obediencia, la misericordia y la humildad se emanan profundamente de la mansedumbre, pero la autoridad, el poder, el dominio, la potestad, el mando, la unción manifiesta, el señorío y la gloria del Reino, se desprenden desde lo más íntimo y profundo de esta expresión genética del Padre, en quienes son Hijos.

No puede entender lo que es mando, aquella persona que nunca ha aprendido a obedecer, la unción de un militar de alto rango, se siente, en el sólo hecho, de haber sido obediente, el respeto que se desprende de un General, se debe a que aprendió a obedecer, por lo que llega a conocer la plenitud de mandar.





la humillación que sentían y hacía obedecer los demonios a Jesús, se basaba en la premisa de que él era obediente, es impresionante.




                                                                  




El hecho de que un ser espiritual obedezca, al serle conjurado bajo el nombre de Jesús, pero es insólito, el hecho de que todas aquellas personas que dicen creer en Jesús, cuando son conjuradas a obedecer en el Nombre de Jesús, no obedecen, su mente reacciona pasivamente, como que no se hubiera dicho nada, no hay respeto a su nombre, sólo el que conoce a Jesucristo obedece y se siente aludido, ya que le es natural guardar su nombre, como un paradigma ineludible e inquebrantable.


En un momento de crisis o expectación, el organismo reacciona según los esquemas predefinidos y programados del cerebro reptil, en cuestión de segundos, el nivel de la adrenalina se eleva, la respiración y el ritmo cardiaco se aceleran, el radio de visión ocular se cierra, el organismo se pone en total alerta, el cerebro reptil ejecuta según el estimulo, un reflejo pre definido por la información pre cognoscitiva que guarda a causa del proceso evolutivo, en muchos casos el cerebro bloquea y detiene cualquier función motora, los músculos así como la función de equilibrio se paralizan, la mente se pone en blanco, la piel se eriza, la temperatura baja en cuestión de instantes, lamentablemente, en algunos casos, ese bloqueo cerebral concluye en un desmayo, ¿Por qué lo hace el cerebro reptil? Como un recurso de defensa interna, es decir, que escapa hacía adentro de la persona, se desprende de todo aquello que pudiera sentir el cuerpo por medio de las terminales nerviosas, así se deslinda de sentir dolor, pero en otras ocasiones, el cerebro reptil reacciona con un estado de euforia, histeria y desorden total, en la búsqueda de escapar del lugar del acontecimiento, es ahí cuando se desatan las reacciones colectivas mas impresionantes de histeria y pavor, acciones que provocan decesos colectivos.



En otras ocasiones, la ira, es la respuesta más común, con la cual la gente oculta su miedo, su vulnerabilidad, entonces se manifiesta como algo agresivo, es decir, como algo de temer, para crear respeto y temor en aquello que parece ser peligroso. La búsqueda de la gente por la esencia del mal, es por poseer aquello a lo que todos le temen, es así como vemos personas fanáticas de las armas, de las religiones satánicas, formando parte de cofradías que esgrimen poder económico, político, militar o atemorizan. Por otro lado, es un recurso necesario para el cerebro reptil, el estar asociado, sentirse inserto y aceptado en algún grupo social,



La gente puede no estar de acuerdo con lo que el común popular defina de la vida, pero a la final termina aceptando conceptos, principios, culturas, hábitos y religiones, sin cuestionar siquiera, si eso que decide aceptar, tiene lógica; es así, como vemos personas muriendo de cáncer pulmonar por aceptar el hábito de fumar, como una acción normal de la sociedad, vemos grupos reaccionarios que van en contra de la libertad y las sanas costumbres, solo porque se hace moda popular el participar de dichas tendencias, por ejemplo: todo un pueblo acepto el mito de que provenía ancestralmente de los habitantes de la Atlántida, y fue así como se inició los horrores del holocausto en Europa bajo la locura de Hitler y el pueblo alemán del entonces.

Es verdad, es difícil definir a veces una actitud sosegada ante una situación que exacerba los sentidos, cuando alguien te ofende, te denigra, profiriendo las mas soeces palabras, cuando la situación se hace crítica, pues, tal evento sucede frente a una multitud de espectadores, inclusive, puede que la situación se salga de control cuando la(s) persona(s) intente(n) agredirte físicamente, entonces, sabrás sí estás a la altura de esos cerebros reptiles o por el contrario, posees el suficiente talante para enfrentar con sabiduría y sobriedad a quienes te ofenden, hablando con la mayor de las calmas, sin darte por aludido por las mentiras proferidas, dejando en el sitio a quien neciamente discute y expone su ignorancia, abandonando una discusión para la cual se requieran de dos tontos, partiendo del principio de que: Para la guerra se necesitan dos contendores como mínimo y que al abandonar el lugar, dejas al otro en el justo lugar de aquello que no merece importancia, que si aun insiste en la necedad llevaras el caso, ante una junta de ancianos de la Iglesia o ante tribunales de justicia humana, lo importante es que sigas manteniendo el control de sí mismo Proverbios 15: 1, defendiendo tu derecho con justa proporción y aceptando los errores, si en verdad se han cometido, teniendo el valor justo y claro, de disculparse y pedir perdón, pero también dándote el derecho de defender tu importante vida si el caso así lo amerita, usando el último extremo que sea necesario para ello. ¿Cuándo sabes que posees la virtud del fruto del dominio propio? Cuando estás dispuesto a resarcir los daños ocasionados por ti a otros, cuando enmiendas a aquellas personas a las que robaste, heriste en sus sentimientos o en su dignidad, cuando te abres de esa actitud cobarde, mezquina, indigna, que huye del hecho de reconocer que se ha fallado y se ha vulnerado el derecho de los demás.



¿Cuándo no la posees? Cuando tu cerebro reptil se goza de haber escapado con la prenda sin sufrir daño alguno, cuando te dejas convencer por su maldad, de que todo saldrá bien, que así ganaste (aun cuando otros sufran) y que todo está perfecto. Cuando el primer impulso esté basado en la violencia, cuando el mensaje que domine tus acciones estén cimentados en los temores que provengan de tu mente reptil, dando como detonante el querer defenderte atacando al lesionado por ti, sin causa justa a tu favor. Así es, te estamos hablando con la más crudas de las verdades, solo te estamos mostrando la podredumbre que llevas en tu miserable genética diabólica y que tú presupones, que es una forma de ser una persona lista, inteligente, despierta, ágil, astuta, taimada, ladina, sagaz, artera, maliciosa, pícara, bellaca, socarrona, controladora y que usa con argucia el don de la manipulación, que saca partido de aquellos tontos que se dejan (ya que si no están alertas no es tu culpa)



¿Ya miraste tras de ti? ¿Has oído los comentarios con razón qué se dicen de ti? ¿Has valorado la ira que has dejado en el corazón de las personas a las que heriste? ¿Podrás tener la frente en alto ante aquellos que les has robado? ¿Qué harás? ¿Te acostaras para olvidar el pasado? ¿Contaras una serie de chistes para que la risa ahogue a la voz de tu conciencia? ¿O tus maldades serán las aventuras y anécdotas que oirán tus nietos, así como tú lo oíste de tus abuelos?



Si no eres Hijo, tu vida indigna será igual, apócrifa al propósito del Padre celestial, iras de mal en peor, hasta que sufras las consecuencias de tu indigna genética, cuando lleguen los gendarmes a atar tras de ti tus manos y los barrotes de acero muestren en lo externo, la cárcel interna en la cual has metido a tu hombre espiritual.




¿Qué harás con esta verdad?




                                                 




¿Dejarás que tu cerebro reptil decida como reivindicarse ante tú propia conciencia? ¿Dejarás que sea ella la que defina cuantas penitencias (ayunos, oraciones, sacrificios, ofrendas etc.) pagaras? ¿Cuándo, como Bartimeo tiraras la hedionda capa de pordiosero y sub humano religioso que te cubre? ¿Cuándo, abrazaras con vehemencia al verdadero Reino del Padre? ¿Cuándo, dejarás de comer algarrobas con los cerdos? ¿Cuándo emprenderás el camino a casa? Papi hace tiempo que te espera en el camino, no ha dejado de mirar hacia el horizonte, pues sabe, que en ti, hay una genética que te hará regresar y el camino de regreso está marcado con las huellas del Fruto del Dominio Propio, empieza por pedir perdón, no se te ha dado un Espíritu de cobardía, sino de amor, poder y de Dominio Propio.





                                                      






Hoy se te dota de conciencia, hoy se te da conciencia de que posees en el espíritu una naturaleza que tiene la condición de levantarse y responder por si mismo, tiene el brioso talante de decidir y no dar marcha atrás, tiene la vehemencia inherente de enfrentar y corregir, de ver y no ocultar mas nunca, es esa naturaleza divina, la que te hace ser un verdadero Hijo de Dios y no esa naturaleza mediocre y religiosa, que se justifica así misma y se esconde tras la cortina de las penitencias.



El Dominio Propio es el recurso más extraordinario que ser biológico alguno pueda tener, no es lógico, que cuando el pulso se acelera, la respiración se entrecorta, el estomago parece poseer mariposas, las pupilas se dilaten, el rostro se sonroja y las manos sudan por la estimulación de una visión sensual o las palabras provenientes de una voz profunda, intima y halagadora, que haya una fuerza contraria tan arrebatadora que detenga el proceso biológico de la sexualidad desordenada, solo por la reacción y el dominio del ser espiritual que tiene cada hombre y cada mujer que son Hijos de Dios.



Santiago 1:12 Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman. 13 Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie; 14 sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia (deseos desordenados) es atraído y seducido. 15 Entonces la concupiscencia (el deseo desordenado), después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte. 16 Amados hermanos míos, no erréis. 17 Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación. 18 Él, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas.



Romanos 7:15 Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago. 16 Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena. 17 De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí. 18 Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí (hombre interior), pero no el hacerlo. 19 Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. 20 Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. 21 Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí. 22 Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; 23 pero veo otra ley en mis miembros (instintos animales propias del cerebro reptil), que se rebela contra la ley de mi mente (la conciencia del bien y del mal), y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. 24 ¡Miserable de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte? 25 Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado.




Gálatas 5:16 Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. 17 Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. 18 Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley (instintos animales propios del cerebro reptil). 19 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, 20 idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican (1ª Juan 3: 8-10) tales cosas no heredarán el Reino de Dios....24 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. 25 Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. 26 No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros.


Romanos 8:3 Porque lo que era imposible para la ley de Moisés, por cuanto era débil por la carne (por los instintos del cerebro reptil), Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; 4 para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. 5 Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. 6 Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. 7 Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; 8 y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. 9 Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. 10 Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia. 11 Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros. 12 Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne (bajo los instintos del cerebro reptil); 13 porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis. 14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. 15 Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, (Papito) Padre! 16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos Hijos de Dios. 17Y si Hijos, también herederos; Herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.
18 Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.




Al leer los párrafos anteriores tenemos una clara visión de lo que en realidad pasa en y con la gente, nuestro Señor Jesucristo sufrió las mismas experiencias o ¿Creen Uds., que su carne no reaccionó en forma biológica ante los estímulos normales? La gente religiosa no se imagina a Jesús yendo a hacer sus necesidades físicas, ¿qué creen Uds. que hizo después de comer o tomar mucha agua? Los religiosos no imaginan a Jesús tocando sus genitales para orinar, ellos solo imaginan al muñequito de yeso, piedra o madera con cara de hippie, ¿Qué creen Uds. que le pasa a todo varón en las frías horas de la mañana, cuando aun está despertándose? Los religiosos quieren hacernos creer que Jesús era una cosa rara, un extraterrestre, un ser inhumano, alguien que no sufrió hambre, sueño, cansancio o ganas de sexualizar, ya puedo imaginar la cantidad de sugerentes propuestas de tan conspicuas féminas, que lo veían como un líder político, un prospecto de hombre apetecible, el cual, ya era famoso por lo que hablaba y hacia, quien además se perfilaba como el posible Rey de Israel para ese momento, así que, fue asediado con saña, se le hicieron muchas propuestas deshonestas, cuantas mujeres fueron a sus pies, no con la intención de reconocerle como el Mesías, sino con la finalidad de llamar su atención, cuantas fueron hasta sus aposentos con la intención de ofrecérsele sexualmente, los evangelios no lo comentan, pero la realidad humana es así, a sido así con cada líder político, religioso o social. Ya no nos parece raro, ver las debilidades de aquellos religiosos de pulpito televisado, que luego son escarnecidos por los medios de comunicación o sus propias comunas religiosas, entonces, ¿Por qué sorprendernos de lo que aquí escribimos bajo la guía del Espíritu Santo? Pero, para que no les quede duda pueden apreciarlo en lo que él Señor le enseñó directamente a Pablo.



Veamos.

 

CONTINUARA........